Asilah, en Marruecos, no es una de esas ciudades que aparece entre los primeros destinos de los turistas cuando piensan en Marruecos. Sin embargo, la realidad es que este lugar es un destino muy frecuente entre quienes pasan unos días en el norte del país.
Si viajas desde España, Asilah sí pasa a ser un enclave que gana muchos enteros. Su cercanía a Tánger y Tetuán es la clave. Pero te contamos cómo llegar, cuál es su historia y qué ver en la ciudad.
La historia de Asilah
Asilah es, junto a Chefchaouen, una de las ciudades más visitadas en el norte de Marruecos. Comparte con esta una medina muy pintoresca y la importante influencia española, pero la principal diferencia entre ambas es que Chefchaouen está situada en la montaña, Asilah es una ciudad en la costa atlántica.
El origen de este núcleo urbano se remonta a la época de los cartagineses, cuando se convirtió en un importante puerto comercial. Tras esta civilización llegaron los romanos, y siglos más tarde los íberos.
A finales de la Edad Media, ya en el siglo XV, Portugal ocupó Asilah, pero muchas de sus posesiones pasaron a mano de los españoles un siglo más tarde. Ya más adelante los rifeños dominaron este puerto.
Asilah en el siglo XX formó parte del protectorado español en Marruecos, hasta que el país se independizó en 1956. Este legado histórico tan vinculado a España explica por qué sigue siendo tan frecuente oír español en esta ciudad.
¿Qué ver y hacer en Asilah?
Esta pequeña ciudad, o pueblo, cuenta únicamente con 30.000 habitantes, pero en verano se multiplica su población. El principal atractivo de Asilah es la medina, que fue amurallada por los portugueses y es completamente peatonal.
En su interior destacan la Gran Mezquita y la torre defensiva Borj Al Kamra. La puerta de entrada, Bab Al Kasba, también es de gran interés. En este recinto amurallado encontrarás numerosas casas muy luminosas, de un intenso color blanco con decoración en azul y verde.
Son también muchas las viviendas decoradas con murales artísticos y el encanto de las estrechas callejuelas sorprende a todos los visitantes. Otro punto a señalar es el Mirador Caraquia, junto a la torre Borj Krikia. Se trata de un lugar único para contemplar puestas de sol en el Atlántico.
Arte por doquier. En esta ciudad se respira el arte por todos lados, murales pintados con graffiti, puertas de colores, artistas callejeros, pintores y artesanos.
Desde 1978, a lo largo del mes de Julio de cada año se celebra el festival del arte en esta ciudad.
Disfrutar de las playas en Asilah
El intenso trasiego de visitantes durante el verano, en una ciudad que es de carácter residencial, se debe en gran medida a las bonitas playas de Asilah. Cerca de este pueblo se sitúa Paradise Beach, también conocida como Playa de las Cuevas.
Es uno de los mejores arenales en el norte de Marruecos, con mucha amplitud, oleaje y rodeada de acantilados. El trayecto desde la medina ocupa apenas 15 minutos, aunque el tramo final no está en muy buen estado. La contrapartida positiva es que es una playa muy bien adaptada al turismo.
Asilah es un destino turístico de gran interés en el norte de Marruecos. Su visita es casi obligada cuando se pasa por Tánger o Tetuán. Además, la cercanía con otros puntos como Chefchaouen y Larache permiten hacer un tour muy completo por la zona más española del país.
¿Cómo llegar?
Asilah está situada a unos 46 kilómetros de Tánger y 100 de Tetuán. Para llegar hasta la ciudad puedes tomar el bus desde cualquiera de estos dos puntos, en tren desde Tánger, viajar en taxi o bien en Grand Taxi, que son taxis compartidos.
Otra posibilidad es alquilar un coche, aunque las carreteras en Marruecos no son tan seguras como ocurre en España.