Una de las historias que más terror provoca en el colectivo marroquí es Aisha Kandisha, una djinn o espíritu maligno que muchos no se atreven ni nombrar.
Orígenes de la Leyenda
Conocida también como Aïcha Qondicha o Lalla Aïcha, Aisha Kandisha es una figura que emerge del rico tapiz cultural del Marruecos del siglo XVI.
Su nombre parece ser una deformación de la palabra portuguesa “condessa”. En un tiempo marcado por las expediciones portuguesas, su leyenda se convirtió en un símbolo de resistencia y misterio.
Los que dicen haberla visto, la definen como una mujer de gran belleza, con piel blanca, el pelo largo y negro, los ojos negros y almendrados, la boca con los labios color sangre y las caderas anchas. Deambula por la noche cerca de los ríos, vestida sólo con un simple velo.
Encuentros y Apariciones
La leyenda cuenta que Aisha Kandisha seduce a hombres solteros en lugares desolados, a veces descrita con piernas de cabra o camello. Estos relatos nocturnos han alimentado el misterio y el temor en torno a su figura.
Aspectos Míticos y Reales
Aisha Kandisha oscila entre lo legendario y lo histórico. Mientras que en el folklore es vista como una bruja o una encarnación del diablo, en la historia se le atribuye ser una mujer marroquí de Safi que luchó contra los portugueses en venganza por la muerte de su marido.
Su popularidad y su encanto infundieron valor y muchos decidieron unirse a la guerrilla. Sin embargo, los soldados portugueses acabaron por vengarse matando a su amante y a toda su familia.
Aisha Kandisha perdió la cabeza, vagando por los bosques, seduciendo y degollando a todos los hombres que encontraba por la noche.
Desde entonces, se sigue creyendo que continúa su labor y que ataca a los hombres que viajan solos por la noche.
Hay muchos otros apodos con los que la llaman, como Moulat el Merja (La dama del pantano) Moulat el Widan (La dama de los arroyos), etc.
Al igual que otras djinns de la mitología marroquí, Aisha suele ser invocada con cantos en su honor en los rituales de exorcismo y trance terapéutico de Hmadcha, Jilala, Gnawa y Aissawa.
En todo Marruecos hay lugares utilizados por Aisha que son objeto de verdaderas peregrinaciones populares, estos sitios pueden ser pozos, cuevas, manantiales y fuentes.
En conclusión, Aisha Kandisha es mucho más que una simple leyenda; es un símbolo de la rica historia y la diversidad cultural de Marruecos.
Su historia, entretejida entre lo real y lo mítico, sigue capturando la imaginación de las personas, sirviendo como un recordatorio de las profundas raíces folclóricas y espirituales que definen a Marruecos y su gente.