Merzouga se ha convertido en una de las paradas imprescindibles para aquellos turistas que se aventuran a entrar en el Desierto del Sahara. Este pequeño pueblo tradicional de casas bajas y arenosas es la puerta hacia el exótico desierto africano. A pesar de su pequeño tamaño, es uno de los lugares más hermosos del país.
Muy cerca de la localidad se encuentra Erg Chebbi que, traducido al español, significa ‘pequeña duna’. Pero no dejes que tu nombre te engañe, ya que es un conjunto de las dunas más grandes de todo Marruecos, que alcanzan los 250m de altura. La leyenda cuenta que estas enormes dunas son la consecuencia de un castigo divino que se dio a los habitantes de Merzouga, quienes no aceptaron recibir a una mujer con sus hijos que llegaron a la zona muertos de sed. Una gran tormenta de arena se levantó y cubrió todos los pueblos con sus habitantes que quedaban. Dicen que aún se escuchan gritos bajo la arena…
Sea como sea, la inmensidad de estas dunas y su color anaranjado atraen a los miles de visitantes que llegan a las una cada año. Su color puede cambiar dependiendo de la hora del día y de la luz del sol que reciban. Uno de los momentos más especiales del día es el amanecer o el atardecer sobre estas montañas de arena. Pero la noche no es menos especial, pues como Merzouga se encuentra lejos de la contaminación lumínica, apreciar un hermoso cielo estrellado cada día es una garantía.
¿Qué se puede hacer en Merzouga?
Merzouga, a pesar de su pequeño tamaño, recibe diferentes tipos de turismo, como aquel que disfruta de la naturaleza, el que prefiere saber de historia y tradiciones, pero también quienes quieren cuidar su salud. Y es que en Merzouga se realizan curas de baños de arena en los que se sumergen a los pacientes durante cinco o diez minutos para luego someterlos a una sesión de hidratación con té moruno.
Y cómo no, el otro tipo de turismo es el aventurero. Los más valientes que se atreven a realizar excursiones por la zona en 4×4, dromedarios, quzads, buggies o motos.
La fauna y flora
A pesar de ser, aparentemente, un terreno árido, la fauna de sus alrededores es abundante y digna de mencionar. Entre los animales más característicos encontramos camellos, flamencos, víboras, lagartos de cola espinosa, jerbos, erizos y zorros del desierto, entre otros. Llama la atención también la amplia variedad de aves que vuelan y caminan por el lugar, como las avutardas, las chotacabras y los flamencos rosados que aparecen en bandadas. ¡Quién diría que un enorme desierto sería el hogar de tantos animales!
Y si creías que no podría darse un escenario más hermoso, es porque aún no te hemos hablado del hermoso palmeral que rodea Merzouga y que se asemeja a un hermoso oasis que contrasta su color verde con el dorado de las dunas y el marrón intenso de sus casas.
¿Cuál es la mejor época para visitar?
La mejor época para visitar Merzouga es entre marzo y mayo, o entre septiembre y noviembre. Son meses en los que las temperaturas son más frescas, pero siguen siendo lo suficientemente cálidas como para disfrutar del lugar y las diferentes actividades.
Independientemente de la época del año en que visite Merzouga, cúbrase siempre la cabeza para evitar insolaciones. La protección solar es vital.
Estamos seguros de que, sea cual sea, en Merzouga podrás disfrutar de una experiencia única y momentos inolvidables.