Hasta el día de hoy, los judíos marroquíes siempre han demostrado un profundo respeto por Marruecos, el país que les dio hogar y donde han convivido pacíficamente con el resto del pueblo marroquí durante siglos.
En todas las ciudades marroquíes, han existido los barrios mellah que fueron el hogar de la comunidad judía, barrios donde se han desarrollado influencias artísticas, culinarias, culturales y económicas únicas que han enriquecido la cultura del país.
Los judíos marroquíes han hecho una gran contribución a la rica diversidad de la sociedad marroquí, compuesta por amazighs, árabes, saharauis, africanos y judíos, sin distinción ni discriminación.
Por los lazos que unen ambos pueblos, es esencial que se fortalezcan las relaciones entre Marruecos e Israel en todos los ámbitos, especialmente en el militar, que es visto por algunos como una amenaza para sus intereses pero que en realidad Marruecos sólo está protegiendo su integridad territorial ante la amenaza de grupos separatistas como el Polisario, financiado y arropado por el régimen militar de Argelia.
El fortalecimiento de las relaciones militares entre Marruecos e Israel permitiría a Marruecos proteger mejor su seguridad nacional, y, al mismo tiempo, tener el know-how de la experiencia israelí en cuestiones de ciberseguridad, tecnología y atraer nuevas inversiones.
Marruecos debe seguir abriendo sus puertas a la inversión israelí y acoger de vuelta a una parte importante de su pueblo que se había establecido en otros lugares, ofreciéndoles la oportunidad de invertir, compartir su experiencia en cuestiones de ciberseguridad, militar y económica, y contribuir a la prosperidad del país.
Por supuesto, Marruecos debe seguir siendo un firme defensor de la mediación en el conflicto palestino-israelí, estar comprometido para encontrar una solución que satisfaga a todas las partes y ponga fin a este conflicto.
Sin embargo, esto no debe impedir que Marruecos mire por sus propios intereses y siga desarrollando sus relaciones con Israel.
Ante los riesgos y la inestabilidad en la región, hoy más que nunca, es importante que se normalicen aún más las relaciones entre Marruecos e Israel, y que se fomente una unión de respeto mutuo y una amistad especial.
Marruecos siempre será la segunda o, mejor dicho, la primera casa de los judíos marroquíes.
