El parlamento marroquí ha decidido reconsiderar sus relaciones con el parlamento europeo y someterlas a una evaluación exhaustiva para tomar decisiones adecuadas y sólidas; en vista de las recientes posiciones emitidas por el parlamento europeo respecto a Marruecos.
Esto se anunció en un comunicado conjunto emitido por el presidente del Consejo de Representantes, Rashid Al-Talbi Al-Alami, al final de una sesión pública celebrada el lunes, presidida junto al presidente del Consejo de Consejeros, Naam Miyara.
Asimismo, el parlamento marroquí ha decidido informar a la presidencia del parlamento europeo sobre la sesión que incluye las posiciones y intervenciones presentadas por los líderes y representantes de los grupos y partidos parlamentarios y los parlamentarios no afiliados durante esta sesión; y también informará a la presidencia del parlamento europeo sobre las decisiones que se tomarán posteriormente.
El parlamento marroquí también ha condenado enérgicamente la campaña hostil que sufre el país y que culminó con el voto del parlamento europeo el 19 de enero de 2023.
El parlamento expresó su desaprobación y frustración por la recomendación, que ha dañado la confianza entre las instituciones legislativas marroquíes y europeas, y que pone en cuestión los esfuerzos positivos logrados a lo largo de varias décadas.
También expresó su decepción por el acatamiento del parlamento europeo a algunas partes hostiles dentro de él y su inclusión en su campaña desorientada que tiene como objetivo a un socio leal y veraz, que desempeña un papel importante en la protección de los derechos y libertades, la defensa de la seguridad y la paz regional e internacional, y es considerado un centro de estabilidad y un apoyo para la buena vecindad, el entendimiento entre las naciones, las civilizaciones y las culturas.
El comunicado subraya que el parlamento del Reino de Marruecos no necesita reafirmar su compromiso con los derechos humanos internacionalmente aceptados, ya que el Reino se distingue por la dinamismo de su sociedad civil, la vitalidad de su espacio mediático, la credibilidad de sus instituciones y mecanismos independientes en materia de derechos de los individuos y grupos, así como su compromiso activo con los tratados internacionales pertinentes, y su avance constante en fortalecer y promover el estado de derecho y la justicia, en un marco de pluralismo político, libertad de opinión y expresión.